En la madrugada del jueves 18 de julio, 22 reos considerados de alta peligrosidad fueron trasladados desde el Centro de Rehabilitación de Loja hacia distintas cárceles de Guayas, como parte de un operativo especial coordinado por la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas del Ecuador.
Los internos están involucrados en delitos como homicidios, tráfico de drogas, secuestro, extorsión y pertenencia a bandas armadas. De acuerdo con las autoridades, el objetivo del traslado fue evitar fugas, desarticular redes criminales dentro del sistema penitenciario y prevenir nuevos motines como los vividos entre 2021 y 2023.
El operativo se desarrolló sin incidentes, con más de 80 agentes desplegados, helicópteros de reconocimiento y vehículos blindados para garantizar el orden y la seguridad durante el desplazamiento.
Este movimiento se enmarca dentro del Plan Fénix, una estrategia impulsada por el Gobierno Nacional para recuperar el control de los centros de privación de libertad, muchos de los cuales habían sido tomados por las mafias. La implementación de celdas aisladas, el corte de telecomunicaciones y el control total del ingreso de objetos son parte de estas acciones.
Ecuador enfrenta una crisis carcelaria profunda: desde 2021, más de 500 presos han muerto en motines violentos, y los centros penitenciarios se han convertido en núcleos de operaciones criminales.