La tarde del sábado 30 de agosto se vio marcada por un violento episodio en la ciudadela Honorato Vásquez, en el norte de Guayaquil. Según reportes de la Policía Nacional, un hombre que, presuntamente, intentaba robar un celular a un transeúnte terminó baleado por uniformados y arrollado por un bus de transporte urbano. El hecho ocurrió cerca del sector de La Florida, alrededor de las 18:00, y generó conmoción entre vecinos y transeúntes de la zona.
El teniente coronel Marco Proaño, jefe subrogante del distrito Florida, explicó que el sospechoso, junto con un cómplice a bordo de una motocicleta, interceptó a una persona que transitaba por la vía con la intención de despojarla de sus pertenencias. "Esto ocurrió aproximadamente a las 18:00", señaló Proaño, detallando que ambos individuos portaban un arma de fuego.
El enfrentamiento con la Policía
El intento de robo fue observado por dos policías que patrullaban en moto por el sector. Al percatarse de la acción delictiva, los uniformados ordenaron al sospechoso detenerse. Según Proaño, el hombre hizo caso omiso y llegó incluso a disparar dos veces contra uno de los agentes, lo que derivó en un intercambio de balas. "Procedimos a neutralizar la amenaza", indicó el jefe policial, describiendo cómo uno de los proyectiles impactó al sospechoso, quien perdió el equilibrio y cayó a la calzada.
Trágicamente, en ese momento pasaba un bus urbano que terminó atropellando al hombre herido, aumentando la gravedad de sus lesiones. Fue trasladado de emergencia al Hospital Monte Sinaí en otro medio de transporte por la urgencia de su atención médica. Hasta el cierre de esta nota, el individuo no había sido identificado, y se desconocen datos como edad, antecedentes o posibles vínculos con organizaciones delictivas.
Huida del cómplice y búsqueda policial
Mientras tanto, el cómplice que conducía la motocicleta logró escapar del lugar y es intensamente buscado por la Policía Nacional por su presunta participación en el robo. Las autoridades mantienen operativos en los alrededores para dar con su paradero y esclarecer si está vinculado a otros delitos en la ciudad.
El teniente coronel Proaño también indicó que los atacantes intentaron mezclarse entre un grupo de personas que se encontraban frente a un establecimiento cercano, tratando de ocultarse tras la confusión del enfrentamiento armado. Afortunadamente, el policía que recibió los disparos del delincuente resultó ileso, evitando así una tragedia mayor.
Impacto en la comunidad
Vecinos del sector expresaron su alarma y preocupación por la violencia recurrente en la zona norte de Guayaquil. Muchos relataron que, a diario, se registran hechos delictivos que alteran la tranquilidad de la comunidad y afectan la sensación de seguridad de quienes transitan por estas calles. El incidente del sábado no solo deja un saldo grave en términos de víctimas, sino que también evidencia la peligrosidad de los enfrentamientos entre delincuentes y policías en áreas urbanas densamente pobladas.
Reflexión sobre la seguridad urbana
Este caso vuelve a poner en evidencia la complejidad de la seguridad en Guayaquil. Por un lado, la rápida intervención policial permitió evitar que el robo se consumara y protegió la vida del transeúnte víctima del asalto. Por otro lado, el enfrentamiento armado y el trágico atropello del sospechoso muestran los riesgos extremos a los que se enfrentan tanto delincuentes como ciudadanos y uniformados en estos episodios.
Especialistas en seguridad recomiendan fortalecer los patrullajes y coordinar acciones preventivas en sectores críticos, además de impulsar programas comunitarios que permitan a los vecinos denunciar y prevenir delitos antes de que escalen a situaciones violentas.
Conclusión
La tarde del sábado 30 de agosto dejó un saldo alarmante en Honorato Vásquez: un presunto delincuente herido y atropellado, un cómplice prófugo y un enfrentamiento armado que pudo haber tenido consecuencias mayores. Este hecho no solo refleja la violencia que enfrenta Guayaquil en ciertos sectores, sino también la importancia de la respuesta policial rápida y la necesidad de estrategias integrales de prevención del delito. Mientras las autoridades continúan con la búsqueda del cómplice, la comunidad permanece alerta y expectante por justicia y seguridad.
