La renuncia del viceministro de Minas, Javier Subía, abrió un nuevo episodio de tensión política y social en torno al proyecto minero Loma Larga, ubicado en la provincia del Azuay. La salida del funcionario se produjo luego de que realizara declaraciones públicas que sugerían la posible explotación del yacimiento, pese a que el Gobierno había reiterado previamente que no continuaría con ese proyecto. El hecho reavivó el debate sobre la minería, la coherencia del discurso oficial y el respeto a las decisiones ambientales adoptadas por el Ejecutivo.
Contexto de la renuncia del viceministro de Minas
El 16 de diciembre de 2025, la ministra de Ambiente y Energía, Inés Manzano, confirmó la renuncia de Javier Subía al cargo de viceministro de Minas. A través de su cuenta en la red social X, Manzano señaló que el Viceministerio se encuentra en un proceso de reestructuración de personal y enfatizó que el Gobierno no avanza hacia la explotación del proyecto Loma Larga.
La salida de Subía se dio apenas días después de que sus declaraciones generaran una fuerte reacción de colectivos sociales, organizaciones ambientales y autoridades locales, especialmente en la ciudad de Cuenca, donde existe una histórica oposición a la minería en zonas de recarga hídrica.
Las declaraciones que encendieron la polémica
La controversia se originó el 11 de diciembre, durante el Encuentro Anual de Minería, cuando Subía afirmó que el proyecto Loma Larga estaba incluido en la proyección de exportaciones mineras del Ecuador para el año 2027. Además, señaló que 2026 se perfilaba como un “gran año” para la minería, particularmente en proyectos de oro, cobre y minería de playa.
Estas afirmaciones fueron interpretadas como una señal de que el Gobierno evaluaba reactivar la concesión minera, pese a los anuncios oficiales previos que descartaban dicha posibilidad. El mensaje generó incertidumbre tanto en las comunidades locales como en el propio sector minero.
Reacción de colectivos sociales y ambientales
Las palabras del entonces viceministro provocaron una respuesta inmediata del Cabildo Popular por el Agua de Cuenca, que el 16 de noviembre ya había emitido un comunicado rechazando cualquier intento de reactivar el proyecto minero en Loma Larga, también conocido como Quimsacocha.
Para estas organizaciones, las declaraciones de Subía representaban una amenaza directa a las fuentes de agua que abastecen a Cuenca y a otras zonas del Azuay. Los colectivos recordaron que la oposición a la minería en esa área ha sido sostenida durante años y respaldada por decisiones administrativas y pronunciamientos oficiales.
Contradicciones con la postura del presidente Daniel Noboa
Otro elemento clave en esta polémica fue la aparente contradicción entre las declaraciones de Subía y la postura del presidente Daniel Noboa. En septiembre de 2025, el mandatario había sido enfático al señalar que su Gobierno no continuaría con el proyecto Loma Larga, respetando los criterios ambientales y sociales que rodean la concesión.
Esta posición se reforzó el 4 de octubre, cuando el Gobierno decidió revocar la licencia ambiental del proyecto minero, una medida que fue interpretada como el cierre definitivo de esa posibilidad extractiva. En ese contexto, las palabras del viceministro resultaron discordantes con la línea oficial del Ejecutivo.
La reestructuración del Viceministerio de Minas
Tras la renuncia de Subía, la ministra Inés Manzano anunció que el Viceministerio de Minas atraviesa un proceso de reestructuración. Aunque no se han dado detalles sobre cambios específicos, el anuncio sugiere un intento del Gobierno por alinear el discurso y las acciones del área minera con las políticas ambientales definidas desde el Ejecutivo.
Este ajuste interno también refleja la sensibilidad política del tema minero, especialmente en proyectos ubicados en zonas estratégicas para el abastecimiento de agua y con alta conflictividad social.
Implicaciones políticas y económicas del caso
La salida del viceministro pone en evidencia las tensiones internas dentro del Gobierno en torno a la minería como motor económico y las restricciones ambientales que pesan sobre ciertos proyectos. Si bien el sector minero es considerado clave para las exportaciones y el crecimiento económico, casos como Loma Larga muestran los límites políticos y sociales de esa estrategia.
Asimismo, el episodio deja un mensaje claro hacia los funcionarios públicos sobre la necesidad de coherencia entre las declaraciones individuales y las decisiones oficiales del Ejecutivo, especialmente en temas de alta sensibilidad social.
Conclusión
La renuncia de Javier Subía como viceministro de Minas no solo responde a una controversia puntual, sino que refleja un conflicto más amplio sobre el rumbo de la política minera en el Ecuador. El caso Loma Larga vuelve a poner sobre la mesa el debate entre desarrollo económico, protección ambiental y respeto a las decisiones gubernamentales ya adoptadas. Con la reestructuración del Viceministerio de Minas, el Gobierno busca cerrar filas y evitar mensajes contradictorios, en un escenario donde la minería sigue siendo uno de los temas más delicados de la agenda nacional.
