Martes, 2 de septiembre del 2025..
Daniel Noboa reestructura la cúpula militar y designa a Henry Delgado como máximo jefe de las Fuerzas Armadas
El presidente de la República, Daniel Noboa, dispuso una renovación integral del alto mando militar del Ecuador. A través de los Decretos Ejecutivos 111 y 112, firmados el 1 de septiembre de 2025, el mandatario oficializó la rotación de los principales cargos de las Fuerzas Armadas. Con esta medida, se busca fortalecer la estrategia de seguridad nacional en lo que el Gobierno ha denominado una “nueva fase de la guerra” contra el crimen organizado.
La Secretaría General de Comunicación de la Presidencia informó que la decisión responde a la necesidad de contar con mandos militares de probada experiencia operativa y capacidad de liderazgo en momentos en que el país enfrenta uno de los escenarios más complejos de seguridad de las últimas décadas. En el anuncio, Noboa también expresó un reconocimiento público a los oficiales salientes, resaltando la labor que cumplieron en defensa de la soberanía y la estabilidad interna.
Principales designaciones
Los decretos presidenciales establecen una nueva estructura en la cúpula de las Fuerzas Armadas, cuyos cambios más relevantes son los siguientes:
- General de División Henry Santiago Delgado Salvador asumió como Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, reemplazando al vicealmirante Pablo Iván Caicedo Salvador.
- General de División Iván Rodrigo Vásconez Hurtado fue nombrado Comandante General de la Fuerza Terrestre.
- Contralmirante Ricardo Manuel Unda Serrano pasó a ocupar el cargo de Comandante General de la Fuerza Naval.
- Brigadier General Mauricio Xavier Salazar Machuca se convirtió en el nuevo Comandante General de la Fuerza Aérea.
La secuencia de nombramientos llamó la atención por un hecho particular: el vicealmirante Caicedo llegó a ser posesionado y cesado en el mismo día como Jefe del Comando Conjunto, antes de que la designación recayera en Delgado. De acuerdo con fuentes militares, este movimiento respondió a formalidades legales y al interés del Ejecutivo de privilegiar el liderazgo del Ejército, que mantiene un rol central en las operaciones internas de seguridad.
Trayectoria de Henry Delgado Salvador
El nuevo Jefe del Comando Conjunto, Henry Santiago Delgado Salvador, nació en Quito en 1966 y es oficial de carrera del Arma de Comunicaciones. Se graduó como subteniente en la Escuela Superior Militar Eloy Alfaro en agosto de 1987.
Posee títulos en Ciencias Militares y Educación Física, además de posgrados en Estudios Estratégicos Militares para la Defensa y Pedagogía. Su formación incluye especializaciones en operaciones de selva y paracaidismo, a lo que se suman cursos internacionales de alto nivel.
Entre sus capacitaciones destacan:
- Curso de comunicaciones en Fort Gordon, Estados Unidos.
- Programa de Comando y Estado Mayor en la Academia Militar de Nanjing, China.
- Entrenamiento en planificación estratégica en Madrid, España.
- Estudios de seguridad y defensa en el Centro de Estudios Estratégicos de Defensa de Washington, EE.UU.
- Capacitación en ciberseguridad en el Centro Europeo George C. Marshall, en Alemania.
En su carrera ha desempeñado cargos clave, como jefe del Departamento de Capacidades Operativas del Comando de Operaciones Terrestres, asesor del Comandante General del Ejército y delegado en la Junta Interamericana de Defensa. En junio de 2025, recibió la distinción honorífica de General de Ejército, una de las más altas en la jerarquía castrense nacional.
Contexto de la decisión presidencial
La reestructuración del mando militar se produce en el marco del conflicto armado interno que el Gobierno declaró en enero de 2024, cuando el país registró un repunte crítico de violencia ligada a grupos criminales. Desde entonces, las Fuerzas Armadas han desempeñado un rol central en las operaciones conjuntas con la Policía Nacional para neutralizar bandas que el Ejecutivo cataloga como organizaciones terroristas.
En este escenario, el presidente Noboa ha mantenido un enfoque de “mano firme” en materia de seguridad. Bajo estados de excepción sucesivos, el despliegue militar ha sido constante en centros urbanos, puertos, fronteras y cárceles, con el fin de contener la expansión del crimen organizado y garantizar la seguridad ciudadana.
Los cambios en la cúpula buscan, según fuentes oficiales, inyectar dinamismo y renovar la cadena de mando, garantizando que los nuevos comandantes dispongan de la experiencia y la visión estratégica necesarias para esta etapa.
Un mando militar actualizado para nuevos retos
Con la designación de Delgado y la rotación en las tres ramas de las Fuerzas Armadas —Tierra, Mar y Aire—, el Ejecutivo pretende consolidar un alto mando cohesionado y con capacidad de respuesta inmediata. La intención es que esta nueva estructura militar contribuya no solo en el combate al crimen, sino también en el fortalecimiento institucional y en la modernización de las fuerzas.
La apuesta del Gobierno, de acuerdo con analistas, es reforzar la legitimidad de la fuerza pública en momentos en que la ciudadanía demanda resultados concretos en materia de seguridad. Así, la nueva cúpula militar tendrá la responsabilidad de liderar operaciones más complejas, consolidar la cooperación internacional y garantizar que las Fuerzas Armadas estén a la altura de las exigencias que vive el país.