Quito, Ecuador – 25 de octubre de 2025
La capital ecuatoriana, Quito, se encuentra en estado de máxima alerta luego de que una serie de lluvias torrenciales inusuales para esta época del año desencadenaran una ola de incidentes graves a lo largo del Distrito Metropolitano. Las precipitaciones, que superaron con creces los promedios históricos, han puesto a prueba la capacidad de respuesta de la ciudad, obligando a movilizar a todos los cuerpos de emergencia y protección civil.
El evento más dramático y con mayores consecuencias humanas se registró en la parroquia de San Antonio de Pichincha, al norte de la urbe. En las primeras horas de la mañana, la saturación del suelo en las laderas provocó un violento deslave que arrasó con parte de una zona residencial. Los informes preliminares de la Secretaría de Gestión de Riesgos indican que el alud de tierra y lodo impactó directamente a al menos cinco viviendas, dejando a varias familias damnificadas y sin hogar.
"Fue cuestión de segundos. Escuchamos un ruido sordo, como un trueno continuo, y cuando pudimos reaccionar, el lodo ya estaba entrando a la casa", relató María C., una de las afectadas, mientras observaba cómo los equipos de rescate trabajaban para remover los escombros de lo que antes era su vivienda. Afortunadamente, la rápida acción de los vecinos y los primeros respondedores evitó pérdidas humanas, aunque se reportan cuantiosos daños materiales y la pérdida total de enseres.
Las autoridades municipales han activado de inmediato un Puesto de Mando Unificado (PMU). El Cuerpo de Bomberos de Quito, junto con personal del Ejército, se encuentra en el lugar del deslave realizando labores de remoción de tierra, estabilización de taludes y búsqueda preventiva, aunque el riesgo de nuevos deslizamientos persiste debido a la inestabilidad del terreno.
Paralelamente, la urbe lidia con las inundaciones urbanas. Sectores como Guayllabamba, el valle de Los Chillos, y varias avenidas principales en el centro y sur de Quito, como la Mariscal Sucre y la Eloy Alfaro, se vieron severamente afectados. El colapso del sistema de alcantarillado, que no pudo manejar el volumen excepcional de agua, generó verdaderos ríos en las calles, paralizando el transporte público y privado durante horas. En algunos barrios bajos, el agua alcanzó niveles peligrosos, obligando a los ciudadanos a refugiarse en pisos superiores.
El alcalde de Quito, en una declaración a la prensa, lamentó la situación y anunció que se ha declarado una emergencia focalizada para acelerar la asignación de recursos. "Estamos coordinando con el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) para brindar alojamiento temporal, alimentación y kits de ayuda a las familias de San Antonio", afirmó el edil, al tiempo que responsabilizó en parte a la falta de mantenimiento preventivo de administraciones anteriores y al impacto directo del cambio climático.
Expertos del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (INAMHI) han advertido que las condiciones climáticas continuarán siendo adversas durante el fin de semana. Han señalado que la presencia de un frente frío proveniente del sur del continente, sumado a factores locales, está generando un patrón de lluvias "altamente destructivo". Se ha recomendado a los habitantes de Quito evitar transitar por zonas de riesgo, asegurar objetos que puedan ser arrastrados por el agua y, bajo ninguna circunstancia, intentar cruzar ríos o quebradas crecidas.
La situación resalta una vez más la vulnerabilidad de la capital ante fenómenos naturales extremos y la urgente necesidad de implementar obras de infraestructura resilientes, así como de un estricto control urbanístico para evitar asentamientos en zonas de alto riesgo geológico. La solidaridad de la ciudadanía se ha hecho presente, con varios centros de acopio abriendo sus puertas para recibir donaciones de ropa, alimentos no perecederos y agua para los damnificados.