El presidente saliente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), Leonidas Iza Salazar, encendió las alarmas del movimiento indígena y de las organizaciones sociales al lanzar un llamado enérgico a la unidad nacional para enfrentar lo que considera un "modelo económico perverso" liderado por el presidente Daniel Noboa.
Durante el segundo día del octavo Congreso de la Conaie, realizado el 19 de julio en Quito, Iza arremetió contra las recientes medidas gubernamentales que incluyen la reducción de personal en el sector público y la fusión de ministerios y secretarías, en el marco de la reestructuración del Estado que impulsa el Ejecutivo.
En un comunicado emitido el 25 de julio, Iza sostuvo que estas acciones son una imposición del Fondo Monetario Internacional (FMI) y alertó que “el modelo que está aplicando el gobierno de Daniel Noboa está afectando a la gran mayoría de ecuatorianos”. A su juicio, este plan promueve la privatización de servicios esenciales, debilita al Estado y fortalece a los grupos de poder que, según dijo, “seguirán sin pagar impuestos”.
Rechazo al recorte estatal
El dirigente indígena criticó la eliminación de puestos laborales públicos, la reducción del aparato estatal y el desmantelamiento de instituciones sociales que históricamente han atendido a los sectores más vulnerables. En su intervención, sostuvo que esta estrategia de austeridad puede incrementar la pobreza, la desigualdad y la marginación de las comunidades indígenas y campesinas.
“El pueblo debe unirse no solo para resistir, sino para construir un nuevo camino que responda a los intereses de las grandes mayorías”, declaró.
En el Congreso de la Conaie
En el contexto del congreso nacional de la Conaie, que también busca elegir nuevas autoridades, la postura de Iza fue respaldada por varias delegaciones regionales. El evento ha servido como plataforma para reforzar el papel del movimiento indígena en la coyuntura política actual y articular futuras movilizaciones de protesta.
Además de Iza, otros líderes sociales han manifestado su preocupación por la pérdida de derechos laborales y la falta de diálogo con el Gobierno. La tensión entre el Ejecutivo y los movimientos sociales parece aumentar conforme avanzan las reformas estructurales del régimen.
Conclusión
El llamado de Leonidas Iza refleja el creciente malestar de sectores sociales frente al proceso de reestructuración estatal liderado por Daniel Noboa. Mientras el Gobierno defiende estas medidas como necesarias para optimizar recursos y cumplir compromisos fiscales, desde las bases sociales se perciben como una amenaza directa a los derechos adquiridos y al papel redistributivo del Estado. La posibilidad de una nueva ola de movilizaciones y conflictos sociales se cierne sobre el país, en un escenario donde la polarización entre el modelo tecnocrático y las demandas populares vuelve a profundizarse.