Quito/Washington D.C. – 20 de julio de 2025
Alias “Fito” ya está en EE.UU.: Ecuador extradita al líder de Los Choneros en una operación de alto nivel.
En una operación de alto nivel y máxima reserva, el Gobierno de Ecuador extraditó a Estados Unidos a Adolfo Macías Villamar, alias “Fito”, uno de los principales líderes del crimen organizado en el país, considerado el cabecilla de la estructura delictiva Los Choneros, una de las bandas responsables del auge de violencia, narcotráfico y corrupción que ha estremecido a Ecuador en los últimos años.
La extradición, ejecutada en la madrugada del sábado 19 de julio, se realizó desde la Base Aérea Simón Bolívar de Guayaquil bajo un despliegue militar sin precedentes. Fuentes oficiales del Ministerio del Interior confirmaron que “Fito” fue entregado a autoridades estadounidenses tras meses de coordinación entre la Fiscalía General del Estado, la Cancillería, la Corte Nacional de Justicia, y agencias como la DEA, FBI y Homeland Security.
Un perfil criminal que desestabilizó al país
Adolfo Macías, de 44 años, es considerado uno de los criminales más peligrosos del país. Su historial delictivo incluye una condena de 34 años por delincuencia organizada, narcotráfico y asesinato, aunque su poder se extendió más allá de las rejas. Desde el interior del sistema penitenciario, consolidó a Los Choneros como una de las bandas más letales del país, con vínculos directos con carteles mexicanos y colombianos.
Bajo su mando, la organización no solo controló rutas de narcotráfico y microtráfico, sino también extorsiones, sicariato, tráfico de armas y corrupción penitenciaria. Diversos informes de inteligencia revelan que “Fito” mantenía comunicación constante con funcionarios corruptos para asegurar privilegios y planificar crímenes desde prisión.
La fuga que desató una crisis de Estado
El nombre de “Fito” volvió a estremecer al país en enero de 2024, cuando escapó del Centro de Privación de Libertad Regional de Guayaquil en una operación cuidadosamente planeada. Su fuga, que se conoció a pocas horas de una intervención militar en las cárceles, coincidió con una ola de atentados, secuestros, la toma armada de un canal de televisión en vivo, y motines simultáneos en más de 10 cárceles del país.
La crisis desembocó en la declaratoria de conflicto armado interno por parte del presidente Daniel Noboa, que designó a las bandas criminales como grupos terroristas. Ecuador vivió semanas de conmoción con toque de queda, patrullajes militares y más de 200 muertos por hechos de violencia directa relacionados con el crimen organizado.
“Fito” fue recapturado en marzo de 2024 en el norte de Colombia, en un operativo conjunto entre Interpol y fuerzas especiales, siendo luego deportado a Ecuador y recluido en un centro militar de alta seguridad en Quito. Desde entonces, se convirtió en un símbolo del narcopoder que amenaza al Estado.
La extradición: implicaciones judiciales y políticas
Fuentes judiciales en EE. UU. confirmaron que Macías Villamar será procesado en una Corte Federal del Distrito Sur de Florida, por cargos relacionados con narcotráfico, conspiración para distribución de sustancias ilícitas, lavado de activos, uso de armas de guerra y vínculos con estructuras criminales internacionales. Enfrenta una posible condena de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
La extradición de Fito es la primera de alto perfil bajo el nuevo tratado de cooperación penal con Estados Unidos aprobado en 2024. Marca un cambio estratégico en la forma en que el Estado ecuatoriano enfrenta el crimen organizado, privilegiando la colaboración internacional para el procesamiento de líderes criminales con redes globales.
“Hoy Ecuador da un paso firme en su compromiso de desmantelar las mafias que durante años han sembrado terror. La extradición de Fito es una victoria para el país y un mensaje contundente a las estructuras criminales: no hay lugar donde esconderse”, señaló el ministro del Interior, Mónica Palencia, en una declaración oficial.
Reacciones nacionales e internacionales
Desde distintos sectores políticos y sociales se han manifestado posturas a favor del traslado. Organismos multilaterales como la OEA y la ONU felicitaron al gobierno ecuatoriano por esta medida y ofrecieron apoyo para continuar la lucha contra el narcotráfico y la violencia carcelaria.
Sin embargo, también hubo advertencias. La Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (INREDH) recordó que “aunque Fito esté fuera del país, las estructuras siguen activas y peligrosamente infiltradas en el Estado y en las cárceles”. Por su parte, el analista político y exministro de Gobierno, Gustavo Vega, advirtió que “no se puede bajar la guardia; extraditar a un capo no equivale a haber ganado la guerra”.
El traslado también podría desencadenar represalias por parte de grupos asociados a Los Choneros. Las autoridades reforzaron la seguridad en centros penitenciarios clave como Turi, Cotopaxi y Guayas, y se encuentran en “alerta permanente” ante posibles intentos de desestabilización.