El pasado 30 de agosto, un recorrido habitual en un bus urbano de Quito se transformó en una escena de terror. Pablo V., de 39 años, viajaba acompañado de su padre, Galo, de 65 años, desde La Marín hacia el sur de la ciudad. Todo parecía normal hasta que la unidad llegó a la altura de La Forestal, donde delincuentes armados con cuchillos y pistolas abordaron el vehículo.
Los asaltantes, cubiertos con mascarillas, desataron el caos. Los pasajeros intentaron protegerse, mientras los agresores golpeaban y despojaban de sus pertenencias a quienes se encontraban en el bus.
El ataque brutal
Durante el asalto, Pablo V. recibió múltiples puñaladas y disparos. Uno de los impactos alcanzó una arteria del brazo, provocando una hemorragia severa que resultó fatal. Un pasajero intentó auxiliarlo usando un torniquete improvisado, pero el esfuerzo fue insuficiente para salvarle la vida.
El bus continuó su camino hasta el hospital Padre Carollo, donde Pablo fue ingresado de urgencia. Sin embargo, cerca de las 02:00 del domingo, se confirmó su fallecimiento. Su padre, pese a la violencia, resultó ileso.
Pasajeros golpeados y despojados
El ataque no solo dejó a Pablo V. como víctima fatal. Otros pasajeros sufrieron cortes, golpes y el robo de pertenencias. Una joven, por ejemplo, resultó herida en el rostro tras recibir un golpe directo de uno de los asaltantes.
Testigos cuestionaron la actuación del conductor, quien según ellos no detuvo la unidad de inmediato, lo que habría complicado la huida y la asistencia de los pasajeros. Videos que circulan en redes sociales muestran la desesperación dentro del bus y el momento en que los delincuentes abandonan la unidad en el sector de La Argelia.
Una zona crítica para la seguridad
Las autoridades policiales indicaron que al menos tres delincuentes participaron en el asalto. Actualmente, revisan las grabaciones de cámaras de seguridad en un intento por identificar y capturar a los responsables.
El tramo Forestal–Argelia ha sido señalado como uno de los más conflictivos de Quito, con frecuentes denuncias de robos y agresiones en buses urbanos.
Quito en alerta
La muerte de Pablo V. reavivó la preocupación de la ciudadanía por la seguridad en el transporte público. Aunque recientes operativos lograron desarticular algunas bandas criminales, nuevos grupos se reorganizan, manteniendo en alerta a las autoridades y a los pasajeros. La situación evidencia la urgencia de reforzar la vigilancia y las estrategias de protección en las rutas más vulnerables.
Conclusión
El brutal asalto en la Simón Bolívar dejó en evidencia la fragilidad de la seguridad en el transporte público de Quito. La pérdida de Pablo V. no solo marca un episodio trágico, sino que también reitera la necesidad de políticas efectivas que protejan a los ciudadanos en sus desplazamientos diarios. La combinación de vigilancia policial, tecnología de seguridad y conciencia ciudadana podría ser clave para evitar nuevas tragedias.