Londres/Berlín. En un acto con fuerte simbolismo político, los gobiernos de Reino Unido y Alemania firmaron el Tratado de Kensington, un acuerdo bilateral de cooperación en defensa, movilidad, educación, energía y tecnología. El tratado es el primero de su tipo desde la Segunda Guerra Mundial y busca fortalecer la relación tras el Brexit.
Entre los puntos destacados están la implementación de trenes directos entre Londres y Berlín, la facilitación del acceso a universidades entre ambos países y el uso preferente de e-gates aeroportuarios para ciudadanos británicos en Alemania.
El tratado impactará directamente a más de 150 millones de ciudadanos europeos y podría convertirse en un modelo para futuros acuerdos post-Brexit. Desde Bruselas se observa con atención este giro bilateral que podría marcar un nuevo liderazgo compartido en Europa.
Académicos ven esta alianza como una reacción al ascenso de fuerzas extremas en otros países de la región y un intento de frenar la fragmentación europea. Alemania, en especial, busca reforzar su papel estratégico tras la disminución del peso de Francia en temas de seguridad y diplomacia.