Quito, 10 de octubre del 2025.
La NASA halla indicios que podrían revelar vida pasada en Marte.
La NASA ha anunciado un descubrimiento que reaviva una de las preguntas más antiguas de la humanidad: ¿existió vida en Marte? El rover Perseverance, que explora el cráter Jezero desde 2021, encontró en una muestra de roca señales químicas que podrían representar la primera evidencia de procesos biológicos antiguos en el planeta rojo.
Según el informe publicado por la agencia espacial estadounidense, la roca —denominada Cheyava Falls— contiene minerales y estructuras microscópicas similares a las que, en la Tierra, suelen formarse por actividad microbiana. Entre los hallazgos más relevantes se identificaron compuestos como vivianita y greigita, asociados a reacciones químicas que implican la transferencia de electrones, un proceso típico de organismos vivos.
Los científicos explican que estas formaciones podrían considerarse “biosignaturas potenciales”, aunque advierten que los mismos patrones también pueden originarse por procesos geológicos no biológicos. Por ello, la NASA aclara que aún no hay una confirmación directa de vida marciana, sino indicios prometedores que requieren un análisis más profundo.
El hallazgo se suma a otros descubrimientos recientes: moléculas orgánicas resistentes halladas por el rover Curiosity y variaciones estacionales de metano en la atmósfera, un gas que, en la Tierra, tiene tanto orígenes biológicos como geológicos. Estos datos refuerzan la hipótesis de que Marte pudo haber sido habitable hace miles de millones de años, cuando su superficie albergaba agua líquida y condiciones más templadas.
El próximo paso será el retorno de muestras marcianas a la Tierra, previsto para finales de la década, donde podrán realizarse análisis más avanzados con tecnología de laboratorio. Solo entonces, dicen los expertos, será posible determinar si realmente hubo vida en Marte o si los indicios observados son fruto de su dinámica geológica.
Por ahora, la ciencia mantiene la cautela. Pero la posibilidad de que nuestro vecino planetario haya albergado alguna forma de vida pasada continúa ganando fuerza y despierta una renovada esperanza en la búsqueda de compañía más allá de la Tierra.