Quito fue epicentro este lunes 28 de julio de 2025 de una manifestación encabezada por al menos un centenar de mujeres frente al edificio del ahora extinto Ministerio de la Mujer y Derechos Humanos. La concentración se replicó a escala nacional con el respaldo de más de 500 organizaciones sociales que reclaman la restitución de esta cartera eliminada por decreto del presidente Daniel Noboa.
El mandatario decretó la reducción del número de ministerios de 20 a 14 como parte de un plan de austeridad. Entre las carteras eliminadas están también Cultura, Ambiente, Deporte y Turismo. En el caso del Ministerio de la Mujer, sus funciones pasarán nuevamente al Ministerio de Gobierno, como antes de 2022.
La medida ha sido duramente criticada por colectivos feministas que consideran que atenta contra la institucionalidad y representa un grave retroceso en la lucha por la igualdad de género en el país.
“Con un papel, eliminaron derechos conquistados”
Una de las voceras de la manifestación, Geraldine Guerra, expresó que el cierre del Ministerio de la Mujer “representa un golpe directo a los derechos de millones de ecuatorianas”. Recordó que en Ecuador 65 de cada 100 mujeres han sido víctimas de algún tipo de violencia, y que desmantelar la entidad encargada de combatir esta realidad agrava aún más el problema.
Guerra calificó el decreto presidencial como una decisión autoritaria: “No estamos en una monarquía. Estas decisiones deben tomarse con diálogo y responsabilidad constitucional”.
Asamblea permanente hasta el 7 de agosto
Cristina Cachaguay, presidenta nacional del colectivo Mujeres por el Carchi, anunció que las organizaciones feministas se mantendrán en movilización permanente hasta el 7 de agosto. Exigen también que no se eliminen otras instituciones clave, como la Secretaría Técnica de Desnutrición Infantil.
Además de defender sus derechos, las manifestantes expresaron solidaridad con las 5.000 familias que se han visto afectadas por los despidos estatales tras los recortes. Las líderes del movimiento feminista acusan al Gobierno de implementar un modelo neoliberal “dictado por el Fondo Monetario Internacional”.
Conclusión
Las protestas feministas en Ecuador revelan un profundo malestar ciudadano ante decisiones unilaterales que afectan derechos conquistados tras décadas de lucha. La eliminación del Ministerio de la Mujer no solo representa una pérdida institucional, sino también un mensaje peligroso en un país marcado por altos índices de violencia de género. La presión social continúa, y el Gobierno deberá decidir si escucha las voces de cientos de organizaciones o mantiene su ruta de austeridad sin concesiones.