Ecuador es sede oficial de la Copa América Femenina 2025, un evento histórico que no solo posiciona al país como anfitrión del fútbol sudamericano, sino que también marca un nuevo capítulo en la lucha por la igualdad en el deporte.

El torneo se celebra del 11 de julio al 2 de agosto, con dos sedes principales en la ciudad de Quito, y ha reunido a las diez selecciones sudamericanas que compiten por un lugar en la élite del fútbol femenino. Entre los premios deportivos más codiciados está la clasificación directa a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 y el acceso a la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2027.

La Selección Ecuatoriana Femenina, dirigida por la entrenadora Vanessa Arauz, ha tenido una participación destacada, enfrentándose con coraje a potencias como Brasil, Argentina y Colombia. Con una generación renovada de jugadoras, Ecuador apunta a hacer historia y dejar en alto el nombre del país.

Más allá del resultado deportivo, el torneo ha sido celebrado por su organización, asistencia del público y visibilidad mediática. La Conmebol ha felicitado a Ecuador por el despliegue logístico y el impulso dado al fútbol femenino. Las graderías del estadio Rodrigo Paz y del Olímpico Atahualpa han sido testigo de partidos vibrantes y un creciente apoyo ciudadano.

La Copa América Femenina 2025 también ha dado espacio para que colectivos feministas y organizaciones civiles promuevan la equidad de género en el deporte, así como el fortalecimiento de las ligas locales y la profesionalización de las futbolistas en Sudamérica.

Desde su arranque, el evento no solo ha generado expectativa deportiva, sino también económica y turística. Miles de personas han llegado a Quito desde diferentes provincias y países vecinos, generando un impacto positivo en hoteles, transporte y comercio.

A pocos días de la gran final, la esperanza y el orgullo crecen. Ecuador no solo compite en la cancha: también gana en representación, inclusión y desarrollo deportivo.