La noche del domingo 21 de julio, el estadio Banco Guayaquil fue testigo de un partido vibrante, pero amargo para la afición tricolor. En el marco de la tercera fecha del Grupo A de la Copa América Femenina 2025, la selección de Ecuador se enfrentó a Chile en un encuentro decisivo para sus aspiraciones de clasificación.
El juego inició con energía y determinación por parte de las ecuatorianas, quienes, alentadas por un estadio repleto, mostraron solidez en el mediocampo y garra en cada jugada. La recompensa llegó temprano: en el minuto 24, Nayely Bolaños, una de las figuras emergentes del fútbol femenino nacional, aprovechó un error defensivo chileno y, con un remate cruzado, venció a la arquera rival para poner el 1-0 en el marcador. El estadio estalló en júbilo, y por un momento, la esperanza de una victoria histórica parecía estar al alcance.
Sin embargo, las chilenas no tardaron en reaccionar. Con experiencia y paciencia, comenzaron a tomar el control del balón. Al minuto 35, Sonya Keefe, delantera del equipo austral, aprovechó un mal despeje de la zaga ecuatoriana para empatar el partido con un disparo inatajable. El golpe anímico fue evidente, y aunque Ecuador mantuvo el orden defensivo, el desgaste físico se empezó a notar.
En el segundo tiempo, el partido se volvió más cerrado, con ambos equipos buscando el error del otro. La arquera ecuatoriana tuvo intervenciones claves que mantuvieron viva la esperanza. Pero en el tiempo de adición, cuando el empate parecía consumado, un tiro libre mal defendido dejó el balón suelto en el área chica y Anaís López, con determinación, envió el balón al fondo de las redes para sellar el 2-1 definitivo a favor de Chile.
El silencio se apoderó del estadio. Las jugadoras ecuatorianas, visiblemente afectadas, se abrazaron en el centro del campo mientras el equipo chileno celebraba una victoria que las acerca a la siguiente fase del torneo.
Aunque la derrota duele, Ecuador aún tiene posibilidades de clasificar si logra una victoria en su próximo partido. El cuerpo técnico aseguró que ya se está trabajando en la recuperación emocional del grupo, destacando el esfuerzo, entrega y crecimiento que el equipo ha mostrado durante este torneo.
Este encuentro no solo dejó un resultado adverso, sino también una lección de resiliencia. La hinchada tricolor sigue firme, y con más apoyo que nunca, espera una pronta revancha.