El mundo del rock está de luto. El legendario cantante Ozzy Osbourne, ícono de la música y figura clave en la historia del heavy metal, falleció el 22 de julio de 2025, a los 76 años de edad.
Nacido como John Michael Osbourne en Birmingham, Inglaterra, en 1949, Ozzy se convirtió en una leyenda mundial como vocalista de la influyente banda Black Sabbath, pionera del metal oscuro y con letras cargadas de crítica social, temas ocultistas y sonidos revolucionarios. Su voz áspera, actitud desafiante y personalidad excéntrica lo transformaron en una figura de culto para millones de fanáticos alrededor del mundo.
Después de su salida de Black Sabbath en 1979, Ozzy construyó una exitosa carrera como solista, con álbumes emblemáticos como Blizzard of Ozz, Diary of a Madman y No More Tears. Su carrera fue marcada tanto por su talento musical como por episodios polémicos, excesos y luchas personales con las adicciones, las cuales logró superar en sus últimos años.
En la última década, Ozzy había enfrentado múltiples problemas de salud, incluido el Parkinson y una serie de cirugías que lo mantuvieron lejos de los escenarios. A pesar de ello, siguió siendo una figura presente en la cultura pop, a través de programas como The Osbournes, su autobiografía y colaboraciones con artistas jóvenes.
Su legado musical trasciende generaciones. Ozzy no solo fue un símbolo del rock rebelde, sino también una figura entrañable que conectó con su público por su honestidad brutal, su autenticidad y su pasión inquebrantable por la música.
La noticia de su fallecimiento ha generado una ola de homenajes por parte de artistas, bandas, fanáticos y medios de comunicación en todo el mundo. En redes sociales, se multiplican los mensajes de despedida y agradecimiento por una carrera que marcó la historia del rock.
Ozzy deja una huella imborrable. Su voz, su estilo, y su leyenda seguirán vivos en cada acorde distorsionado y en cada generación que descubra su música.